CLIENTELISMO EN LA ADMINISTRACIÓN PÚBLICA: PROBLEMA Y REALIDAD
Escribe: Fernanda Rojas Marroquin
La conformación del
Estado Moderno en Latinoamérica es un hecho que todavía no está concluido. Los
ideales de la administración pública en función de la satisfacción y el
bienestar de los ciudadanos, son una meta que, en teoría, existe; sin embargo,
está presente todavía, un descontento por parte de la sociedad civil en torno
al “cómo” en la persecución de estas metas.
En el presente ensayo se cuestiona
el clientelismo como una práctica políticamente institucionalizada que se
encuentra altamente enraizada a los comienzos de la constitución del país
republicano. Para ello, se hará llegar algunos conceptos teóricos en la primera
parte del artículo; luego, algunos antecedentes que remontan la
institucionalización del clientelismo dentro de la administración pública y,
finalmente, los problemas que ocasiona el clientelismo en el funcionamiento de
la administración pública.
Como
se mencionó líneas arriba, para poder seguir al corriente con este documento,
es necesario determinar algunos conceptos básicos que se repetirán a lo largo
de todo este ensayo. Primero, el concepto de clientelismo como el
aprovechamiento del poder para obtener ventajas de tipo personal, como por ejemplo,
manipulación de los puestos, favores personales, entre otros actos (Leal
Buitrago, 2010, p:42); sin embargo, concordamos con el autor en que el
clientelismo es una práctica que no solo es propia del ámbito del sistema
político, sino que también se encuentra presente en relaciones de toda
naturaleza (ibíd. Em, p:46). Muchas investigaciones asocian el concepto de
clientelismo con el subdesarrollo y mundo rural, por lo cual se le podría ver
como una práctica que obstaculiza el normal desempeño de la administración
pública en cuanto a la consecución de objetivos determinados. El clientelismo,
según Auyero (2004), es aquel intercambio personalizado de favores, bienes y
servicios por apoyo político y afirma que debe analizarse como un tipo de lazo social.
De
hecho, algunos autores afirman, y suscribimos esta posición, que para entender
el clientelismo político debemos remitirnos a la aparición del Estado Moderno o
los Estados nacionales en Latinoamérica. Corresponden a este tipo de relación
dos características importantes: fidelidad y correspondencia (Alcantud, 1997),
además del contacto personal, el intercambio, la discrecionalidad, la
dependencia y el entendimiento de códigos culturales de la región en donde se
estudia el fenómeno (Luzón, 1997). Algunas investigaciones encierran al
clientelismo dentro de la esfera de cultura política, ya que se dejan ver
leguajes, ritos y valores como los mencionados líneas arriba, además, es una
práctica que permite establecedor relaciones centro-periferia en las estructura
estatales (Caciagli, 1996). Para Luzón (1997), a amistad desequilibrada es un factor decisivo en las relaciones
profesionales e institucinales ya que une a personas de distintos status con funcionarios y personal
perteneciente al aparato estatal. Al notar su complejidad, es más que evidente,
que el clientelismo se encuentra profundamente enraizado a los anales
históricos de la conformación del Estado.
Para
entender mejor este fenómeno político, es necesario tener una perspectiva un
poco más amplia de las prácticas clientelares a lo largo de nuestra historia
colonial y republicana. En la vida colonial del Perú, se vivía un sistema aún
esclavista y con inamovilidad estamental. De hecho, el gamonalismo se configura
como uno de los sistemas clientelares mas explítcitos y antiguos de la historia
del Perú. La expresión del clientelismo tiene varios derivados, uno de ellos el
gamonalismo mencionado líneas arriba, paternalismo, latifundismo, etc. En todas
ellas se visualizan diferentes patrones que, a pesar de haberse desarrollado en
diferentes épocas, se mantiene la esencia de competir por los favores del
patrón y por su protección (Klarén, 2004). El clientelismo se caracteriza por ser na
práctica vertical en el terreno del trabajo, la supervivencia a cambio de
fidelidad y favores políticos en su mayoría, pues recordemos que nuestras
acciones están dirigidas –tal vez inconscientemente- a moverse en relación a
las relaciones de poder.
El
clientelismo es una práctica que la encontramos en todas las esferas de la
administración pública, desde los niveles más básicos de gestión, hasta la
élite política. Tal vez se podría decir que con los últimos años, el
clientelismo no se ha salvado del ajuste estructural de la economía neoliberal
y ha sufrido algunos cambios no sustanciales avocados más recientemente a la
administración pública, el rol del funcionario público y los servicios
estatales. Podríamos decir, aunque haría falta otro espacio para desarrollar
estas hipótesis, que el clientelismo tiene una relación directa con la baja
profesionalización de la administración pública en la actualidad y que,
incluso, en la calidad de servicios que se le brinda a la ciudadanía.
Actualmente,
al menos en el caso peruano, se ha puesto en debate el clientelismo con
respecto a este intento del gobierno de turno por poner en práctica la meritocracia
en el sector público. De hecho, algunos países de la región están tomando esto
como una herramienta de gestión sumamente interesante que busca canalizar los
intereses y demandas de determinados grupos de presión y poder con respecto a
las tomas de decisión, el clientelismo, aún así, constituye la malversación de
esta dinámica de redes sociopolítica ( Páez et al, 2004). La gestión por redes
es un alternativa de gestión en la que se viene trabajando desde los gobiernos
locales en algunos países latinoamericanos, así como los términos de gobernanza
que requieren un estudio mucho más amplio desde los especialistas en planificación
y modernización del Estado.
Bibliografía
- Alcantud, J. A. G. (1997). El clientelismo político: perspectiva socioantropológica (Vol. 25). Anthropos Editorial
- Auyero, J. (2004). Clientelismo político. Las caras ocultas. Buenos Aires. Capital Intelectual.
- Caciagli, M. (1996). Clientelismo, corrupción y criminalidad organizada. Centro de Estudios Constitucionales, Madrid.
- Castells, M. (1999). Globalización, identidad y estado en América Latina. Santiago de Chile: PNUD.
- Klarén, P. (2004). Nación y sociedad en la historia del Perú. Instituto de Estudios Peruanos
- Leal Buitrago, F., & Dávila Ladrón de Guevara, A. (2010). Clientelismo: el sistema político y su expresión regional. Ediciones Uniandes-Universidad de los Andes.
- Luzón, J. M. (1960). El clientelismo político: Historia de un concepto multidisciplinar. American Sociological Review, 25, 161-178..
- Páez, M. P., Ortega, D. I., de Gobierno, G. P., & Pública, A. (2004). Redes e institucionalización: vinculando evidencias empíricas y redes políticas. Instituto Universitário Ortega y Gasset
Comentarios
Publicar un comentario