¿QUÉ SIGNIFICA LA PALABRA TERRORISMO?
Escribe: Manuel Taboada Pérez
Hey tú mi querido seguidor de Phillip Butters, conocedor de la política como la conoce Magaly Medina, digno opinólogo de Facebook y admirador de Mijail Garrido Lecca; entiendo que al igual que todos ellos, tú no conoces, ni en lo más mínimo, lo que significa la palabra TERRORISMO. Esa ignorancia es la que te hace suponer que todo tipo de organización, protesta y/o medida de lucha se convierta directamente en TERRORISMO. Pero cual herramienta para desasnar, cual mataburros y cuál libro Coquito, permíteme aclararte a ti, mi querido amigo difamador, lo que significa esta palabra que te causa tanto miedo, pero que tanto repites.
De por sí permítanme presentarles el libro «¿Por qué el terrorismo?» de Manuel Luna Alcoba disponible en Google Books, para cualquier curioso que desee aprender un poco más de las causas y definiciones del terrorismo.
La ONU, Unión Europea y una serie de intelectuales han definido con sus conceptos que significa el terrorismo; sin embargo, todas ellas encuentran deficiencias en lo fáctico ya que la dinámica social en su volatilidad, obliga a las definiciones a obtener un carácter más apegado a la realidad en la que nos encontramos. Por ello, la palabra terrorismo, deja de ser sinónimo de violencia contra estatal; la palabra terrorismo, ya no denota actos criminales con propósitos políticos dirigidos a provocar un estado de terror en el público en general o un grupo particular. ¿Acaso podríamos citar análogamente un acto vandálico hecho por fanáticos deportivos que causan terror en la población y dejar de lado actos terroristas efectuados con fines religiosos? Estos conceptos por demás son ineficientes para explicar que es el terrorismo; sin embargo, son los más usados por aquel sujeto que siempre dice que la universidad es solo para encerrarse en la biblioteca, mientras recuerda que hoy ni siquiera entro a su clase por quedarse sacándole plan a una de sus compañeras.
El TERRORISMO en sí, puede ser referido como: «toda violencia con pretensiones políticas y/o religiosas que se ejerce contra símbolos.» (Luna, 2002). Y es que no se trata de atacar al objetivo accesible, como si de poner una bombarda en un salón se tratara, o como si se amenazar a estudiantes, trabajadores y docentes para cobrarles cupos. De por sí entendamos que la violencia terrorista no se ejerce hacia quien va dirigida, sino a los objetivos accesibles. Cosa que de por sí, ni siquiera vimos en la toma de la universidad en donde la violencia no fue ejercida contra nadie y mucho menos contra la seguridad interna, ni contra algún asesor o guardia del Rector. Recordemos que el terrorista elige al símbolo como objetivo y este en sí siente que su lucha se legitima no intentando convencer a los demás de la causa de esta, sino cuando estos objetivos son cumplidos. Cosa que en la toma de la ciudad universitaria es desmentido, al invitar a los principales afectados, ósea los estudiantes, a que se informen del proceso de lucha que están llevando a cabo la mayoría de sus compañeros. El terrorista, no considera al que rebate su argumento como alguien que aporta a su lucha y la refina; por el contrario, lo considera un enemigo voraz, reaccionario y carente del espíritu de lucha, que el posee. El terrorista, no comprende que existen personas que se encuentran en desacuerdo con su medida, mucho menos entiende que tiene el deber de informar el porqué de esta misma. El terrorista representa al que está a favor y al que está en contra; el terrorista no escucha, no dialoga, no establece las figuras centrales de la discusión, asume a la medida, o sea a LA TOMA, como el objetivo para terminar con la opresión, no entiende que la toma es una herramienta para reivindicar derechos y proteger la dignidad de nuestra universidad.
De por sí, explicar que la toma de San Marcos no fue un acto terrorista y mucho menos tuvo dentro de ella a terroristas, es algo que me parece innecesario, luego de haber casi dibujado, con palitos, los conceptos y definiciones que expresan al terrorismo y a los terroristas. Sin embargo, por si aún te queda la duda, luego de escuchar a la que se quitó el calzón en pleno programa de tv decir que éramos «APRENDICES DE TERRORISTAS», permíteme volverte a dibujar con crayolas lo que pasó en la UNMSM.
Primero: No existieron actos de violencia sistemática dirigidas hacia ninguna persona, menos contra los guardias, a los que se les invitó a retirarse, siendo ellos conscientes de lo que pasaba retirándose y apoyando nuestra medida, ya que ellos también son víctimas del maltrato del rector.
El único acto de violencia que se registró se dio en la resistencia a la entrada de la policía, que más que violencia debe explicarse como AUTODEFENSA, al ser la policía quienes con bombas lacrimógenas y piedras intentaron detener a cualquier estudiante que se encontrara dentro de la universidad.
Segundo: los representantes estudiantiles fueron conscientes de que estos no se encontraban representando a todo el sector estudiantil, por ello mediante la prensa, la agitación, la propaganda y hasta la vía oral, intentaron explicar cuáles eran los motivos de esta afrenta a la autoridad. Los representantes estudiantiles, siempre dieron la cara, siempre levantaron las consignas y estuvieron abiertos al dialogo con quienes no aprobaban la medida.
Aquellos compañeros que se encontraban dentro de la universidad con el rostro tapado y encapuchados, entienden y son conscientes del actuar de la policía y de las represalias que llevaría la seguridad de la universidad, en colusión con las autoridades. Es carente de sentido común llevar a cabo una afirmación tan cretina como aquella que versa:
«¿si lo que hacen es correcto, por qué se tapan las caras?»
¿Y es que acaso no se juzgó a los condenados por terrorismo con juzgados sin rostro? ¿Acaso no haces que tapen tu rostro cuando das declaraciones que te pueden involucrar en problemas con la mafia o de por sí llevar represalias para ti o tu familia? Señores existe una palabra que quizás nunca entiendan se le conoce como REPRESALIA e involucra a tu persona y a tu círculo familiar, para ello se protege uno el rostro, entendiendo que vivimos en una sociedad, donde los policías necesitan culpables y los noticieros detenidos.
No pretendo que las mentes más frágiles entiendan la diferencia entre un acto terrorista y un acto de protesta o autodefensa de los derechos, no pretendo que los memos reaccionarios, entiendan que la realidad no se circunscribe dentro de lo que ven, escuchan y leen en los medios oficiales; sin embargo, en algún lugar alguna mente lúcida podrá comprender que en San Marcos, no se puede tildar a cualquier alumno que reclama sus derechos como terrorista; tengo la esperanza de que en última instancia, alguna mente crítica entienda y difunda que un estudiante organizado, por reclamar sus derechos, no deja de estudiar y mucho menos de pensar en el progreso de su país.
El fantasma del terrorismo no va a renacer, aunque los sectores de derecha más cavernaria se esmeren en hacer de algo que está en sus cabezas una realidad. Entendemos que sus políticos, como Keiko Fujimori, Pedro Pablo Kuczynski, etc, necesitan del miedo de la población para surgir como los héroes de la película ante tanta violencia, pero espero que comprendan que existen todavía sectores objetivos que no permitirán que la realidad se moldee a su antojo. Un saludo combativo desde este compañero que es sanmarquino, trabaja, estudia, forma parte del movimiento estudiantil, es abiertamente comunista y NO ES TERRORISTA.
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